Ya no me acompañan las lágrimas,
ahora solo,...
Busco que palabras poder escribir,
sin llegar a quedar como una idiota.
Ya no me acompaña la soledad,
porque encontré en mi reflejo,
la fortaleza de un roble
y dentro de eso tan fuerte,
el pequeño corazón,
de un ruiseñor latiendo fuerte para mi.
Nunca permitas que tú corazón deje de latir.